jueves, 16 de abril de 2015

EMILIO O DE LA EDUCACIÓN. J.J. ROUSSEAU.



Después de leer el Libro II de esta gran obra de Rousseau, considero que su lectura debería ser obligatoria, no sólo para todos los docentes, sino para la sociedad en general y, así, tener un concepto más claro y evidente de la educación. Pero está claro que las grandes obras de la Literatura universal no llaman la atención de todos los públicos.
Para Rousseau, la primera infancia consiste en atender la vida del niño y sus necesidades desde que nace para que consiga su bienestar físico y equilibrio emocional. La persona más apropiada para estar junto a ese niño es la madre. Se opone a la práctica de fajarlos, basándose en que la libertad, también en un sentido puramente físico, es indispensable para un sano desarrollo. Esta opinión la aplica de forma ligeramente distinta a cada etapa de la vida. En la infancia, la amplía para incluir la actividad y la experiencia, puesto que éstas resultan de la libertad de movimientos, que son tan indispensables para la educación mental y emocional, como para el crecimiento. Rousseau establece en estos capítulos cierto número de normas de conducta. Señala, por ejemplo, los peligros de ser excesivamente tolerantes con los niños, permitiéndoles adquirir una posición de dominio; afirma que hay que ayudarles y dejarles libertad en el uso de sus fuerzas.
Rousseau hace una crítica a la educación moral de su época. Él cree que los conceptos morales abstractos no los comprende un niño normal antes de los doce años y de nada le va a servir el castigo. Además, él opina que el maestro puede enseñar al niño los aspectos morales de una manera más práctica, desde la experiencia del niño y comete un gran error si no lo ve como a un niño, sino como a un futuro hombre. En este sentido, Rousseau define la educación positiva y la educación negativa como:
“Llamo educación positiva a la que busca formar el espíritu prematuramente y hacer que el niño conozca los deberes propios del hombre. Llamo educación negativa a la que busca perfeccionar los órganos, instrumentos de nuestros movimientos, antes de procurarnos los conocimientos y que prepara para el uso de la razón mediante el ejercicio de los sentidos. La educación negativa no es ociosa ni mucho menos: no ofrece las virtudes, pero previene los vicios; no enseña la verdad, pero preserva del error, predispone al niño a todo lo que puede conducirlo a lo verdadero cuando esté en condición de entenderlo, y al bien cuando este en condición de amarlo”.
La educación negativa es la que hace madurar al niño. Sin embargo, este método naturalista no es fácil de adquirir, ya que el niño ha de adquirir las enseñanzas de manera autónoma y el preceptor tiene que preparar situaciones concretas eficaces para que lo logre.
Rousseau opina que el deber y la obediencia son conceptos que deben evitarse y, la generosidad y la amabilidad son conceptos que deben estimularse en la educación del niño y no a través de palabras sino e hechos y dando ejemplo para que el niño lo vea y lo aprenda. Para explicar esto pone el ejemplo de la limosna.
Según Rousseau, los más brillantes pensamientos pueden venir de un niño, pero no por eso, hay que tratarlos como a una persona adulta; hay que tratarlos como a su edad corresponde.
En cuanto a la educación de los sentidos, Rousseau cree que la educación sensorial es muy importante para que el niño obtenga una educación completa y, además, para que esta educación completa sea realizada bajo un plan pedagógico  de cara al futuro. El autor afirma que el niño tiene la misma capacidad para recibir estímulos que el adulto a través de los sentidos, pero el niño no posee experiencias previas para utilizarlas o sacar mayor rendimiento. Además, destaca que es muy importante la educación sensorial desde que el niño nace porque cuánto mayor estimulación tenga desde pequeño, mayores y mejores serán sus posibilidades en el futuro tanto desde el punto de vista físico como desde el punto de vista intelectual. Por otro lado, la educación de los sentidos va a permitir al niño conocer y aprender todo aquello que le rodea y su relación con el mundo.
Por último, decir que las ideas de Rousseau difieren un poco con la educación de hoy día, ya que según Rousseau, el niño de cero a cinco años debe ser educado por su madre y, hoy día, por causa de la situación actual, muchos niños antes del año ya ingresan en la guardería permaneciendo más tiempo con la educadora que con la madre.
Rousseau dice que hay que estimular al niño para que obre por sí mismo y, hoy día a los niños se les delegan diferentes labores escolares.
Según Rousseau no hay que pedir al niño lo que aún no necesita hacer y, hoy día las escuelas exigen un nivel de aprendizaje del niño para recibirlo en las escuelas primarias.
Según Rousseau, los primeros maestros de un niño son sus pies, manos y ojos y, hoy día los maestros de un niño son los libros.
Para Rousseau, el niño aprende a satisfacer sus necesidades sufriendo las consecuencias de sus actos, mientras que hoy día, se les facilitan las cosas, les dan todo sin que él luche por sus cosas.
Para Rousseau, la experiencia centra el interés del niño, mientras que hoy día, buscan la concentración del niño con lecturas y/o películas.
Para Rousseau, vivir no es respirar solamente sino también obrar, hacer uso de nuestros sentidos que nos dan el último conocimiento de nuestra experiencia. Y, hoy día, no se enseña a vivir, sino a adquirir uno conocimientos impuestos por colegios, para así obtener un título y trabajar.

Según Rousseau, los pedagogos son personas que se limitan a enseñar materias y  conceptos como a un adulto, y hoy día, los pedagogos adaptan el currículo a las necesidades de los alumnos y a su nivel de conocimiento.
Según Rousseau, el preceptor enseña al niño conceptos que no entiende y con unos métodos y un vocabulario sin diferenciar entre niño y adulto (el ejemplo lo pone con el uso de las fábulas y el lenguaje que emplean), y, hoy día, la metodología está adaptada a cada nivel del niño.
Según Rousseau, el preceptor ha de ser un guía para el niño y no alguien que le diga todo lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer porque si no, no razona (aquí vemos la idea que se tiene del profesor en la escuela de 2030), y hoy día, aún se tiene la idea de que el profesor es el que da la clase magistral y el niño aprende lo que se le explica (aunque este concepto ya está empezando a cambiar).
Está claro que, aunque se trata de una obra escrita en el siglo XVIII, Rousseau ya nos estaba indicando cómo debemos educar y hacia qué dirección ha seguir la educación para que pueda tener éxito. Su lectura, aunque difícil en algunos momentos por su lenguaje, da la sensación de que está hablando de situaciones y momentos actuales, del siglo XXI. Por lo que esto indica que Rousseau ya se estaba adelantando a su tiempo. También es verdad que, muchos aspectos de los que él ya hablaba por aquel entonces, aún están sin resolver.

miércoles, 15 de abril de 2015

ANÁLISIS DEL USO SOCIAL DE TIC




No podemos negar que el uso de las nuevas tecnologías y las TIC han cambiado nuestra vida y nuestra forma de relacionarnos con los demás, aunque no sabemos si para bien o para mal.
            Algunos investigadores creen que nos facilitan la vida, pues hoy en día podemos acceder a la información de manera inmediata y real, en el momento en que está ocurriendo y nos ayuda a ahorrar tiempo a la hora de trabajar. Además, ya no existen fronteras no sólo para acceder a la información, sino también para comunicarnos con otras personas que están al otro lado del mundo sin tener que esperar.
Sin embargo, otros creen que un uso intensivo de las nuevas tecnologías y, en especial del uso de internet, provocan un aislamiento con el resto de la sociedad, ya que hoy en día muchas personas dedican demasiado tiempo en el uso de las tecnologías – sobre todo, en Internet- y eso puede alterar su comportamiento social con los demás de manera física. Además, es evidente que han cambiado nuestros comportamientos y valores, pues no hay un solo espacio en el que no haya un aparato tecnológico. Prueba de ello es que todos llevamos encima un móvil, tablet, portátil,… y, lo que hace años era impensable ver – estar en la mesa comiendo y algún miembro está con el móvil, el whatsapp, el correo; estar en clase con el móvil; dejar encendido el móvil en el cine o en el teatro; ir en el autobús o en el metro con una tablet, un móvil, un libro electrónico,…; etc. – hoy en día es lo más común.

Lo que sí está claro es que el mundo de las nuevas tecnologías y las TIC no dejan indiferente a nadie, unos porque nacen ya en la era de las tecnologías, otros porque no nos queda más remedio que adaptarnos a ellas si no queremos morir en el intento. Sin embargo, a pesar de ello, tenemos que aprender a hacer un buen uso de ellas si no queremos convertirnos en esclavos de la tecnología.

MI CREDO PEDAGÓGICO. JOHN DEWEY


jueves, 9 de abril de 2015

Los jesuítas eliminan las asignaturas, exámenes y horarios de sus colegios en Cataluña.



La Iglesia suele ser una institución que se muestra un poco reacia a la hora de incorporar las innovaciones y tecnologías cuando surgen. Sin embargo, cuando tratamos el tema de la educación es diferente y prueba de ello ha sido la última noticia que hemos podido leer sobre la nueva metodología que han implantado los jesuitas de Cataluña en sus ocho centros escolares[1].
            Pues bien, partiendo de esta noticia y de otras noticias como la escuela de 2030[2], podemos apreciar que los tiempos están cambiando, ya que el sistema de educación y la metodología que nos presentan son muy diferentes a la actualidad. Es verdad que todo el mundo de las nuevas tecnologías y las TICs evolucionan mucho más rápido que nuestras costumbres y nuestros hábitos, pero la cuestión aquí es la siguiente: ¿realmente son más importantes que otras cuestiones, valores o contenidos para nuestra vida cotidiana? ¿Estamos todos preparados para ello?
            Según estas noticias, el sistema educativo cambia de manera radical. Desaparecen los horarios, los exámenes, la clase magistral, el profesor se convierte en un guía,…incluso desaparece el aula físicamente. Los contenidos cambian, se trabaja en equipo, se trabaja por proyectos,… y todo ello para motivar más a los alumnos y que sea todo más práctico y menos teórico. Ahora bien, por un lado, es cierto que se vuelve todo más práctico y se les prepara más hacia la realidad que posteriormente les tocará vivir, pero ¿dónde se quedan los conocimientos básicos – como leer, escribir, sumar, restar,…- para obtener posteriores conocimientos? Pero, por otro lado, ¿todos los profesores están preparados para estos cambios? ¿y la comunidad escolar en general ( Estado, padres, alumnos,…)?
            Todo lo que sean cambios en la educación está bien y si es evolucionar positivamente, mejor. Sin embargo, habiendo educado bajo un modelo tradicional, me muestro un poco escéptica en este tema ya que no me puedo imaginar, por una parte, que sepamos más sin unas bases esenciales y, por otra parte, que la mentalidad del ser humano evolucione tan rápido como la tecnología. Pero ya se verá.


[1] http://www.abc.es/sociedad/20150308/abci-jesuitas-eliminan-asignaturas-examenes-201503081254.html.  Los jesuitas eliminan las asignaturas, exámenes y horarios de sus colegios en Cataluña.

domingo, 5 de abril de 2015

SOCIEDAD RED

Internet lo podemos entender como la sociedad en la cual se expresan los intereses, valores e instituciones sociales. Es un medio que permite el desarrollo de una serie de nuevas formas de relación social que no tienen su origen en Internet, que son fruto de una serie de cambios históricos, los cuales, no podrían prescindir de Internet.
Internet abre un debate sobre si es una buena o mala herramienta. Hay quien dice que lleva a la depresión o al suicidio y hay quien dice que es un mundo libre y en el que todo el mundo se quiere. Sobre esto se han hecho varios estudios en los que todos sacan como conclusión que Internet es un medio que desarrolla los comportamientos, pero no los cambia. Esto significa que no es Internet el que cambia el comportamiento de la persona, sino que es el comportamiento de la persona el que cambia el uso del Internet.
Otras investigaciones que tienen como objeto de estudio el uso de las redes sociales han determinado lo siguiente:
1.      Las comunidades virtuales generan relaciones humanas pero no de la misma intensidad que las comunidades físicas.
2.      Internet crea lazos débiles, por lo que no es apta para crear lazos fuertes. En cambio, sí es apta para mantener y reforzar los lazos fuertes de unión que existen a partir de la relación física.
3.      Las comunidades virtuales tienen éxito si están ligadas a hacer cosas o perseguir intereses comunes juntos.
4.      Da lugar a historias sobre identidades falsas (mayoritariamente en adolescentes).
Lo que sí está claro es que Internet está muy presente en nuestra vida y hay que saber utilizarlo bien para facilitarnos la vida. Sin embargo, tenemos que prestar atención ya que no todo sirve en Internet.

Mesa Redonda: derechos y protección de los niños y jóvenes en la sociedad digital.




Resulta interesante ver la importancia de socialización dentro de la sociedad digital. Para ello, debemos tener en cuenta a los chicos, los padres y los medios de comunicación.
            Por un lado, tenemos a los jóvenes. Hoy día existe un porcentaje muy elevado de éstos (partiendo de edades de entre 10-15 años) que tienen ordenador, usan internet y tienen móvil y, emplean una media de 3,5 horas al día en internet y 1,5 horas al día en el móvil. Todo este tiempo lo emplean en relaciones sociales, formación e información, y, ocio. Todo este aumento del uso de las tecnologías ha influido sobre todo por el uso del Smartphone, ya que es más fácil entrar en internet, whatsapp, etc. Además, no debemos olvidar que la edad de los 12 años en la primera vez que se crean un perfil en las redes sociales y que whatsapp también es una red social.
            Se les podría decir que son la generación digital puesto que poseen más habilidades digitales, sin embargo, esto no significa que posean más competencias tecnológicas y digitales.
            Dependiendo de la generación, se exponen más o menos en las redes sociales; cuánto mayor es, menos se expone. Por lo que podemos decir es que, en general, todos los jóvenes se cuidan mucho de crear una imagen buena de ellos, es decir, cuidan mucho su identidad e imagen digital amén de su reputación general.
            Por otro lado, están los padres. Éstos, cuando ponen fotos de sus hijos en las redes, también están dando información acerca de sus hijos. Los padres creen que cuidan y protegen a sus hijos, pero no se dan cuenta que a través de esa difusión de información los están exponiendo a las redes sociales. De hecho, el 80% de los bebés tienen alguna presencia en internet antes de los seis meses. Por tanto, no es que hagan una sobreexposición de los hijos, pero ya los están exponiendo al riesgo y a la vulnerabilidad.
            Por todo ello, es muy importante crear programas de prevención e intervención y dejar claro la importancia que tiene el sentido de la imagen, de la privacidad, de participación, etc. Además, han de ser modelos comunitarios en los que participen todos (padres, chicos, profesores, medios de comunicación, etc.) para enseñar en habilidades digitales y poder potenciarlo. Sólo entonces así, crearemos ciudadanos digitales.
            Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la protección jurídica. Debemos pedir protección para ellos, pero también para la familia, ya que los jóvenes, en las redes sociales, también dan información dela familia que puede llegar a ser comprometida. Prueba de ello es que muchos no piensan que la información que depositan en las redes sociales pueda influir de manera positiva o negativa en un futuro.
            Es verdad, que hoy día existen muchos decretos, reales decretos y leyes orgánicas que contemplan la protección de datos y del menos en las redes sociales, pero ¿hasta qué punto los conocemos?, ¿se ponen en práctica todas o no? Creo que para saber utilizar bien la información en interne debemos conocer bien todas estas leyes y así estaremos más seguros. Además, considero que algunas son un poco contradictorias, otras no se aplican y otras aún no están del todo desarrolladas o bien desarrolladas. Por ejemplo,  hay un real decreto que defiende la libertad y privacidad del menor de difundir información, pero por otro lado necesita de la protección de los padres. Entonces me pregunto,  ¿cómo pueden proteger los padres a sus hijos si no puede disponer de la información que sus hijos publican por miedo a romper con esa privacidad? O bien ¿cómo se puede proteger a un hijo de abusos o amenazas si no sirven como prueba los mensajes recibidos por whatsapp, por ejemplo?

            Está claro que la Justicia debe evolucionar al mismo ritmo que lo hacen las nuevas tecnologías para que se pueda llevar a cabo la protección de datos y de los menores dentro del marco jurídico y, además, no se puede excluir a los jóvenes de la realidad que viven, pero sí enseñarles los riesgos que conllevan algunas acciones y que sean conscientes en todo momento de lo que ocurre dentro de la sociedad digital.

Mesa de trabajo II: Derecho infancia e internet – Compartida con II Congreso internacional de la Sociedad Digital: Educación, Infancia y Derecho.

Sin darnos cuenta, la sociedad digital se ha integrado entre nosotros, sin embargo, tenemos que prestar mucha atención a algunos aspectos que se nos escapan de las manos aún para poder controlar ese mundo digital y no al contrario.
A la hora de hablar de la sociedad digital todavía hoy nos encontramos con problemas como la protección de datos, el uso y el abuso de las tecnologías de la información o cómo controlar la privacidad en las redes. De hecho, los jóvenes empezaron utilizando Facebook, después se pasaron a twiter y luego a whatsapp porque así controlan mejor su grupo y la información que ellos desean controlar, pero ¿realmente controlan toda la información o sólo lo creen?
Aquí tenemos que hablar de la protección de datos que es cualquier información que pueda ser utilizada de una persona física. Pero, para ello, tenemos que dar consentimiento para el trato de los datos personales y, entonces, es cuando nos topamos con el problema de las imágenes de menores de catorce años, ya que deben ser consentidas por los padres o tutores.
En la Sociedad Digital todos los datos del individuo están en la red y se difunden muy rápidamente, en tiempo real. Los menores son especialmente vulnerables en internet y en las nuevas tecnologías, pues dan muchos datos de ellos que luego pueden tener consecuencias. Está bien que utilicen internet y las nuevas tecnologías para formarse e informarse, pero lo tienen que utilizar con cuidado y sabiendo lo que hacen, ya que cuántos más datos introducen, mayor vulnerabilidad tienen. De hecho, adolescentes de entre 12 y 18 años introducen datos de ellos mismos y de su familia que, sin ser conscientes de ello, se hacen públicos en el momento que lo introducen y no piensan en las repercusiones que les puedan traer. Por lo que cuatro de cada diez niños han encontrado algún riesgo en algún momento, pues cuando el menor difunde datos en la red, no es consciente de la fuerza que pierden la red.
Esto es una tarea compleja de solucionar y controlar y el Derecho Fundamental ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías y a los nuevos tiempos. El ordenamiento jurídico y el marco jurídico de la Unión Europea debe reforzar la seguridad jurídica y la práctica en internet, sobre todo, para proteger al menor. Sin embargo, los padres o tutores han de ser los primeros responsables de esa protección y esto ya lo menciona la legislación española.
Pues bien, esta sociedad digital también llega a la educación, pero ¿cómo llega?, ¿estamos seguros de que lo utilizamos bien? Está claro que las familias aún no sabemos utilizar bien las TIC’s, pues no se trata sólo de disponer de ordenadores y Smartphone, sino también de saber utilizarlos de manera adecuada para obtener información y formación, y, los padres (sobre todo) y el profesor, debemos saber utilizarlo bien para poder proteger a nuestro hijos y que aprendan a utilizarlo adecuadamente sin consecuencias.

Por tanto, la protección de los derechos del menor, ¿cómo se puede controlar? Se consigue obteniendo una alta calidad de contenidos educativos y creativos, a través de una concienciación y difusión segura, creando un entorno seguro, luchando contra el abuso y explotación sexual infantil y un mayor interés por parte de la industria y las redes sociales para poder controlar la edad, los contenidos y la protección de datos. Está claro que aún queda mucho trabajo por hacer.