Parson nos explica la teoría de sistemas y el estudio de la educación. Según él, la sociedad es un sistema, un conjunto de elementos interrelacionados o estructurados que consta de cuatro subsistemas: económico, comunitario, político y socializador. Todos y cada uno de ellos deben funcionar para que la sociedad pueda funcionar. Dentro del subsistema socializador, se encuentra el subsistema educativo que debe hacer frente a una serie de tareas o funciones en relación a otros subsistemas y al mantenimiento del todo orgánico o sociedad.
Dentro del sistema educativo, existe una relación entre profesor y alumno en los centros escolares donde se desarrolla la enseñanza-aprendizaje no sólo de conocimiento sino también de valores y actitudes contextualizados de manera social y bajo unas normas que proceden de las administraciones. los sistemas educativos se dividen en una serie de ciclos o etapas, disponiendo la mayoría de ellos de un ciclo o tronco común, caracterizado por su generalidad, obligatoriedad y gratuidad. El tronco común suele recibir el nombre de enseñanza básica o primaria y está precedido por una educación pre-escolar a la que se tiende a llamar infantil y, seguido de la enseñanza secundaria y universitaria. Estos otros ciclos no suelen ser obligatorios ni gratuitos y actúan como mecanismos de segregación social.
Sin embargo, no siempre han existido sistemas educativos entendidos como redes nacionales o estatales tal como lo conocemos hoy en día. Tales características empiezan a surgir con la Ilustración y ganando en efectividad y extensión a raíz de las necesidades de la sociedad que surgen con las revoluciones industrial y liberal-democrática. Los sistemas educativos nacionales son un resultado de la modernidad que comienza con las revoluciones industrial y liberal-burguesa. Pero los orígenes no son iguales en todas la sociedades, pues tiene que ver con su industrialización y urbanización y con sus instituciones políticas.
Sin embargo, Durkeim dice que la educación es una necesidad funcional de la sociedad, que se explicita sobre todo en el paso de la solidaridad mecánica a la orgánica, cuando debe asumir la función que anteriormente representaba la religión, en la construcción de la consciencia común de la sociedad. Pero no todos tenemos la misma educación, sino que cada tipo de sociedad tiene la educación que le corresponde, de acuerdo con su organización moral, política y religiosa.
Pero, según Weber, el objetivo de cada sistema educativo es cultivar en los educandos el estilo de vida que se corresponda con el de los grupos dominantes. Los sistemas educativos surgen de la lucha entre grupos de estatus por el control de una formación especializada, sancionada por sus credenciales o diplomas, obtenidos en los exámenes, que permiten el acceso a los mercados simbólicos de intercambio y prestigio y valoración social (meritocracia). "La mayoría de las formas que la educación adopta son el resultado político de luchas políticas" (Archer, 1979.3). EL origen de los sistemas educativos está en la lucha entre grupos sociales por el control del acceso a los mercados simbólicos.
En cambio, esto no se da sólo en los sistemas educativos extranjeros, sino que también se da en España. Para entender el sistema educativo actual tenemos que tener en cuenta todo lo anterior: desde los Ilustrados a la LOGSE, pasando por Moyano, los institucionistas y el periodo franquista. Para ello, tenemos en cuenta las explicaciones de García Garrido y de Puelles (1989). Cuatro son las etapas bien diferenciadas que se señalan en el proceso de creación, desarrollo y consolidación de nuestro sistema educativo: 1ª) el aparato escolar del antiguo régimen; 2ª) el nacimiento, evolución y consolidación del sistema educativo liberal; 3ª) el sistema educativo autoritario; y 4ª) el sistema educativo democrático, en continuo proceso de instauración - y reforma - desde la transición democrática a la actualidad.
Durante muchos años se ha debatido entre libertad de enseñanza y derecho a la educación, sembrando la reciente historia de España, desde las Cortes de Cádiz hasta nuestros días. La Constitución Española de 1978 es la que, finalmente, llevó a cabo la síntesis en su artículo 27.
