No
podemos negar que el uso de las nuevas tecnologías y las TIC han cambiado
nuestra vida y nuestra forma de relacionarnos con los demás, aunque no sabemos
si para bien o para mal.
Algunos investigadores creen que nos
facilitan la vida, pues hoy en día podemos acceder a la información de manera
inmediata y real, en el momento en que está ocurriendo y nos ayuda a ahorrar
tiempo a la hora de trabajar. Además, ya no existen fronteras no sólo para
acceder a la información, sino también para comunicarnos con otras personas que
están al otro lado del mundo sin tener que esperar.
Sin
embargo, otros creen que un uso intensivo de las nuevas tecnologías y, en
especial del uso de internet, provocan un aislamiento con el resto de la
sociedad, ya que hoy en día muchas personas dedican demasiado tiempo en el uso
de las tecnologías – sobre todo, en Internet- y eso puede alterar su comportamiento
social con los demás de manera física. Además, es evidente que han cambiado
nuestros comportamientos y valores, pues no hay un solo espacio en el que no
haya un aparato tecnológico. Prueba de ello es que todos llevamos encima un
móvil, tablet, portátil,… y, lo que hace años era impensable ver – estar en la
mesa comiendo y algún miembro está con el móvil, el whatsapp, el correo; estar
en clase con el móvil; dejar encendido el móvil en el cine o en el teatro; ir
en el autobús o en el metro con una tablet, un móvil, un libro electrónico,…;
etc. – hoy en día es lo más común.
Lo
que sí está claro es que el mundo de las nuevas tecnologías y las TIC no dejan
indiferente a nadie, unos porque nacen ya en la era de las tecnologías, otros
porque no nos queda más remedio que adaptarnos a ellas si no queremos morir en
el intento. Sin embargo, a pesar de ello, tenemos que aprender a hacer un buen
uso de ellas si no queremos convertirnos en esclavos de la tecnología.
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