Experto en derecho civil y canónico,
literato, político y estudioso de la economía civil, fundador y miembro activo
de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. Es un polígrafo
por su cultivo de la historia, la geografía, el arte y su
interés por los usos y costumbres de los grupos humanos, que hacen de él un
precursor de varias ramas de ciencias desarrolladas con posterioridad.
Jovellanos se preocupa mucho
por la educación y se convierte en una figura emblemática de la pedagogía
de la Ilustración. La preocupación por
la regeneración
económica de la nación y la creencia axiomática de que la
instrucción es el origen de todo progreso social y
personal, constituyen el impulso inicial de la pedagogía de Jovellanos.
El pensamiento y la acción reformadora de este
personaje se configuran en el contexto de su crítica institucional contra la universidad,
los colegios mayores universitarios, la magistratura, los gremios de los
oficios, la Inquisición,…; en el contexto
de su crítica social contra la riqueza vinculada, la mala educación de la clase
aristocrática, la falta de educación del pueblo, la pseudo-educación de la
mujer impuesta por prejuicios sociales que deben superarse, la pobreza de
origen político estructural, la desestima del
trabajo y las deviaciones supersticiosas y milagreras de la
religiosidad.
Jovellanos denuncia los
métodos docentes puramente especulativos, los estatutos anacrónicos que rigen todavía los
establecimientos de enseñanza, el régimen semieclesiástico de las
universidades, el abuso de los argumentos de autoridad, el desconocimiento o
poco recurso a las fuentes (bíblicas,
humanísticas, jurídicas, médicas), la ignorancia y el menosprecio de las
ciencias modernas, el descuido de las lenguas vivas, la falta de formación actualizada de las clases
trabajadoras y de otros oficios técnicos.
De la teoría de la educación
de Jovellanos cabe destacar:
ü La educabilidad.
ü El principio de la economía aplicado a la
educación.
ü Financiamiento de la educación.
ü La cuestión de la virtud.
Jovellanos toma posiciones
pedagógicas muy definidas y arriesgadas. Expone su pensamiento acerca de la
formación literaria, jurídica,
teológica, científica, artesanal y cívica. Él no puede dar un
quiebro desorientador en la obra de su solitaria y encarcelada madurez, pero sí puede ofrecer un concepto razonado
de educación, una visión intelectual de conjunto, que sólo un panorama complejo
permite lograr.
Las características de la educación jovellanista son
las siguientes:
Ø Educación pública.
Ø Educación universal.
Ø Educación cívica.
Ø Educación humanista.
Ø Educación estética.
Ø Formación técnica.
Ø Educación femenina.
Cosmopolita e internacional,
por elección, cultura y carácter, él es el mejor exponente de la crisis
española de la conciencia
contemporánea. Vive lúcidamente el
drama personal e ideológico de quien se deja interpelar por la vertiente que
mira a la Ilustración y percibe las nuevas instancias que son ya propiamente liberales. Jovellanos inaugura la
historia de la educación en España tal como se desarrolla en los dos siglos
siguientes a su época.
(UNESCO (1993): Revista trimestral de
educación comparada. Oficina Internacional de
Educación, París, vol.
XXIII, nº 3-4).
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