lunes, 25 de mayo de 2015

GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS (1744-1811).


Experto en derecho civil y canónico, literato, político y estudioso de la economía civil, fundador y miembro activo de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. Es un polígrafo por su cultivo de la historia, la geografía, el arte y su interés por los usos y costumbres de los grupos humanos, que hacen de él un precursor de varias ramas de ciencias desarrolladas con posterioridad.
Jovellanos se preocupa mucho por la educación y se convierte en una figura emblemática de la pedagogía de la Ilustración. La preocupación por la regeneración económica de la nación y la creencia axiomática de que la instrucción es el origen de todo progreso social y personal, constituyen el impulso inicial de la pedagogía de Jovellanos.
El pensamiento y la acción reformadora de este personaje se configuran en el contexto de su crítica institucional contra la universidad, los colegios mayores universitarios, la magistratura, los gremios de los oficios, la Inquisición,…; en el contexto de su crítica social contra la riqueza vinculada, la mala educación de la clase aristocrática, la falta de educación del pueblo, la pseudo-educación de la mujer impuesta por prejuicios sociales que deben superarse, la pobreza de origen político estructural, la desestima del trabajo y las deviaciones supersticiosas y milagreras de la religiosidad.
Jovellanos denuncia los métodos docentes puramente especulativos, los estatutos anacrónicos que rigen todavía los establecimientos de enseñanza, el régimen semieclesiástico de las universidades, el abuso de los argumentos de autoridad, el desconocimiento o poco recurso a las fuentes (bíblicas, humanísticas, jurídicas, médicas), la ignorancia y el menosprecio de las ciencias modernas, el descuido de las lenguas vivas, la falta de formación actualizada de las clases trabajadoras y de otros oficios técnicos.
De la teoría de la educación de Jovellanos cabe destacar:
ü  La educabilidad.
ü  El principio de la economía aplicado a la educación.
ü  Financiamiento de la educación.
ü  La cuestión de la virtud.
Jovellanos toma posiciones pedagógicas muy definidas y arriesgadas. Expone su pensamiento acerca de la formación literaria, jurídica, teológica, científica, artesanal y cívica. Él no puede dar un quiebro desorientador en la obra de su solitaria y encarcelada madurez, pero sí puede ofrecer un concepto razonado de educación, una visión intelectual de conjunto, que sólo un panorama complejo permite lograr.
Las características de la educación jovellanista son las siguientes:
Ø  Educación pública.
Ø  Educación universal.
Ø  Educación cívica.
Ø  Educación humanista.
Ø  Educación estética.
Ø  Formación técnica.
Ø  Educación femenina.
Cosmopolita e internacional, por elección, cultura y carácter, él es el mejor exponente de la crisis española de la conciencia contemporánea. Vive lúcidamente el drama personal e ideológico de quien se deja interpelar por la vertiente que mira a la Ilustración y percibe las nuevas instancias que son ya propiamente liberales. Jovellanos inaugura la historia de la educación en España tal como se desarrolla en los dos siglos siguientes a su época.





(UNESCO (1993): Revista trimestral de educación comparada. Oficina Internacional de Educación, París, vol. XXIII, nº 3-4).

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